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13 de enero de 2024EL REY ARMENIO QUE GOBERNÓ MADRID EN EL SIGLO XIV.
El Cristiano Rey Armenio León V, (ocasionalmente León VI) perteneció a una saga de reyes que pudo mantenerse en el trono más de 300 años, hasta que fueron invadidos por los musulmanes.
El Rey León V, fue el último de su saga quien nació en el año 1.342 en Chipre y falleció en el año 1.393 en Tournelles, Francia. Fue el último Rey de la dinastía de los Hetúmidas, siendo el Señor de la Pequeña Armenia.
El Rey León V, con posterioridad acabaría ostentando un nuevo título, el de Rey León I de Madrid, Andújar, Guadalajara y Villarreal, ese gran privilegio le fue otorgado en justo reconocimiento por el Rey Juan I ya que nunca renunció a su fe, incluso cuando el Sultán se lo propuso a cambio de su liberalización.
Fue un buen Rey, respetado y querido en Madrid evitaba los conflictos, incluso mantuvo en el cargo a todos los funcionarios municipales y reales , si bien no estuvo exento de polémica, pues el Concejo de Madrid no estaba muy de acuerdo, ya que veían en él problemas sucesorios y de pérdidas de derechos y poderes adquiridos previamente por Madrid si él propio Rey continuaba.
En la actualidad muchos ciudadanos de Madrid aún hoy en día desconocen que entre 1.383 y 1.391 la jurisdicción de Madrid así como sus rentas fueron otorgados por el Rey Juan I de Castilla al Rey Leon V de Armenia, siendo el primer y único Rey de Madrid, convirtiendo en consecuencia Madrid en la capital de la Armenia Menor. En justo reconocimiento póstumo la ciudad de Madrid puso a una de sus calles su nombre.
La historia se remonta al último cuarto de siglo XIV, cuando en el año 1.375 el Islam estaba a las puertas de invadir el primer país en el mundo en reconócese como cristiano el denominado Armenia Menor o de Cilicia, situado en Asía Menor, aspecto que mencionamos para diferenciarlo de la Armenia Mayor.
En aquella época Armenia de Cilicia estaba considerado el último reducto cristiano en el que reinaba el Rey Leon V, país que estaba rodeado de un basto y amplio territorio musulmán el cual crecía a una gran velocidad mirando con malos ojos a su vecino.
En el año 1375, los enemigos de Armenia de Cilicia, denominados los Mamelucos Egipcios, entablaron una batalla contra el reinado Armenio lo que le lleva a tener que protegerse al Rey en su último reducto la fortaleza de Kapan. Lugar donde finalmente dada la superioridad de los Mamelucos el Rey debe deponer las armas y rendirse ante los mismos. Una vez el Rey es detenido lo hacen prisionero, llevándolo vivo al Cairo, con el objeto de pedir un rescate por su libertad y quedando prisionero bajo el poder del Sultán del Cairo.
Pronto el hombre de confianza del Rey el religioso franciscano Jean Darder, quien a su vez había sido su secretario, inicia un periplo de súplicas a través de ser el portador de cartas personalizadas a los distintos reinos cristianos. En las mismas apelando en el contenido de la carta: “De aquella prisión tan dura, como estaba en poder de los enemigos de la fe de Jesucristo “ con el objeto de que se apiadasen de él y pagaran su rescate, ganándose quien lo hiciese el favor de Dios y el de la eternidad en el cielo.
Es más incluso se llega a persuadir al propio Papa de Avignon, para que publicase una bula papal con el objeto de obtener dinero para su liberación de tal forma que todos los que diesen ese dinero se congraciaban con Dios y con la iglesia al hacer una buena obra.
El resultado no se hizo esperar y llegó el día obrándose el milagro y el cristiano Rey de Castilla Juan I, se apiadó de él tras conocer que llevaba varios años prisionero y no lo dudo, decidiendo pagar su rescate y sabiendo que de esa forma se acercaba más a Dios y a la Iglesia.
El rescate se convertía en un gran gesto de humildad por parte de un Rey cristiano a un Sultán musulmán y con la correspondiente petición por escrito como muestra de súplica y ademas acompañada de generosos y numerosos regalos como por ejemplo joyas de oro y plata trabajadas por los mejores orfebres, algunos bellos y seleccionados halcones. En consecuencia, tras lo acordado el Sultán acepta los presentes y misivas y en un gesto de generosidad sin precedentes pone en libertad a León V el 30 de septiembre de 1382, tras su liberación el Rey León V inicia su deseado viaje de regreso.
Lo primero que hizo fue partir para dar las gracias a S.S. El Papa Clemente VII, quien residía en Avignon y no por contra a S.S. El Papa de Roma ya que los Reyes de España juraban fidelidad al de Avignon, por lo que esa primera visita de León V, garantizaba una gran reputación ante el clero siendo además el ostentador y benefactor directo de la Bula Papal. Con posterioridad León V, visita Barcelona y Tarragona, donde es recibido con todos los honores que un Rey pueda ostentar, es más se tuvo muy en cuenta el hecho de que sus antepasados entregaron las reliquias de Santa Tecla a España.
El año 1382 llega primero a Italia y después a Francia, donde fue recibido en audiencia por Clemente VII y a continuación partió hacia España, donde su libertador el Rey Juan I lo esperaba con todos los honores protocolarios de un Rey.
En el año 1383 el Rey de Castilla Juan I le otorgó a León V el reinado de Madrid, Andújar, Guadalajara y Villarreal así como una renta de 150.000 maravedíes.
El concejo de Madrid mostró sus dudas al Rey de Castilla de esa decisión pues perdía su condición de Villa de realengo y a tal efecto le enviaron unas cartas. La respuesta real hacia el Concejo no se hizo esperar y en su carta se ratificaba en que el Rey Armenio había perdido su reinado defendiendo la Santa Fe Católica y en consecuencia seguiría siendo el Rey si bien astutamente aclaraba que sería el primer y único Señor de Madrid por lo que sus descendientes no tendrían derechos de sucesión real y de ningún tipo.
Este hecho no cambió ni políticamente ni económicamente la buena marcha de la Villa de Madrid, incluso la vivienda del Rey León V, estuvo en el Alcázar como a tan alto mandatario correspondía. Se narra que incluso mejoró y reconstruyó las torres muy deterioradas desde el incendio que aconteció en la época de Enrique II.
Sin embargo las aspiraciones de este gobernante Leon V, estaban centradas en tratar de recuperar su propio reinado y nunca se rindió por lo que inició su propia cruzada centrada en encontrar el soporte de importantes personajes con los que se reunió sin el éxito deseado entre otros destacan: Ricardo II, Carlos el Malo, Gastón el Febo y Carlos VI.
En 1391 el Rey León V se desplazó de Francia donde vivía permanentemente al entierro de su benefactor y amigo el Rey Juan I en la catedral de Toledo. Su recuerdo perdurará en su memoria hasta su fallecimiento, fue justo reconocer que su libertad siempre se la debería a él.
En 1391 los regidores de Madrid quienes estaban presionando incluso con coplas populares para conseguir la revocación solicitada al Rey Juan I para sustituir a su Rey Armenio, aprovechan el fallecimiento de Juan I para presionar e influenciar al entorno de Enrique III quien tan solo contaba con 11 años para recuperar como así fue su madrileño Concejo de Regencia.
En 1393 fallece León V en su palacio de Tournelles en Francia, del que aún se conserva su lápida como un justo homenaje a la historia de este Rey, en el que reza en su epitafio: “ Aquí reposa el muy noble y excelente Príncipe León de Lusignan, quinto Rey Latino del Reino de Armenia, que rindió el alma a Dios el 29 de Noviembre, el año de Gracia de MCCCXCIII. Rogad por él.
Autor: Dr. José Daniel Barquero Cabrero. Profesor y Catedrático en Economía y Empresa y CEO de SER, Strategic Economic Relations.
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